miércoles, 27 de febrero de 2013

NFC y la tecnología del más allá



AUTOR: ÁLVARO RUÍZ PAVÓN 

La idea de poder pagar en un supermercado con un simple movimiento de smartphone sucumbe cada vez más a las exigencias de los consumidores “geek” (esos apasionados por la tecnología) y de los no tan modernos. El pago a través de nuestro teléfono es algo de lo que se viene hablando en los últimos tres años y poco a poco se está convirtiendo en realidad gracias a la tecnología NFC. NFC (Near Field Communication) es un sistema mediante el cual, en el momento de efectuar un pago en cualquier establecimiento, podemos crear una conexión inalámbrica entre el móvil y el terminal de cobro al más puro estilo “bluetooth”. Mediante esta conexión, el terminal pide permiso al teléfono para acceder a una aplicación previamente descargada donde tengamos vinculada nuestra tarjeta de crédito, esto lo hace pidiendo un número pin como si estuviésemos pagando con ésta, pero con la ventaja de necesitar únicamente nuestro móvil. Una vez que la transacción se ha verificado, el terminal pasa a cargar en nuestra cuenta esa cantidad de dinero, ahorrándonos tener que andar con tarjetas.





Este método de pago está bien extendido en países asiáticos como Corea del Sur, China o Japón, sin embargo apenas está comenzando a despegar en el territorio occidental debido a la (cada vez menos) reticencia de los fabricantes en dotar a sus Smartphone con este chip, y a la misma de los comercios en implantar este sistema de cobro. Sin embargo, la tecnología de pago NFC cada vez está más cerca y ya son bastantes las grandes cadenas que están comenzando a dar los primeros pasos para la adopción de este servicio, como Visa y MasterCard, que ven al NFC una oportunidad para expandir su negocio aprovechando nuevas formas de pago.

McDonald, Starbucks o incluso la EMT madrileña han comenzado su andadura en este terreno, aunque no será hasta dentro de unos años cuando podamos disfrutar de este sistema de pago en todo su potencial. Mientras tanto solo podemos especular e imaginar cómo vamos a poder hacer la compra una vez que nos hayamos quedado sin batería.



¿Y qué hay más allá de los pagos por NFC?


En un futuro no muy lejano, los expertos apuestan por la transición a un modelo de interacción basado en el reconocimiento de la huella dactilar. Imaginémonos poder efectuar nuestras compras con un toque de dedo, suena a guion de película americana, sin embargo ya son algunos los establecimientos que ofrecen una variante de este servicio para reconocer a sus clientes. Sin ir más lejos, la cadena de gimnasios GoFit ya dispone de unos tornos de entrada a sus instalaciones aprovechando esta técnica, por la cual solamente hace falta pasar el dedo para poder entrar.

Este concepto de pago está más cerca de lo que pensamos, en España ya existe una empresa llamada Paytouch encargada de proveer a los establecimientos de esta tecnología. Sus usos no son todavía los de poder pagar obviando la tarjeta de crédito, sin embargo, pueden resultar bastante interesantes en sectores hoteleros y dedicados al turismo, donde la cadena hotelera Palladium es pionera. Por ejemplo, podríamos entrar a una habitación de un hotel simplemente con tu huella dactilar, o disfrutar de servicios adicionales en un crucero contratándolos al instante pasando nuestro dedo por un terminal.

Todo ello va encaminado a mejorar la experiencia de compra para el usuario y a ahorrar en gastos para la empresa al agilizar el proceso. Quizá lo único que se pretenda sea eso, o quizás el hacer del proceso de compra un proceso intuitivo tenga el trasfondo de aumentar el consumo al hacer tan sencilla una compra que en ocasiones perdamos la noción del valor de dinero que estamos gastando.

martes, 26 de febrero de 2013

Monopsonio, el poder de negociación extremo.


Autor: Álvaro Ruiz Pavón



Todos conocemos el significado de monopolio, esa situación en la que existe un único productor para un número mayor de compradores, provocando la libertad de éste para controlar los precios al ser el único que produce ese bien.

Pues bien, ¿Y si en vez de un productor con muchos compradores, existiesen muchos productores para un solo comprador? Si, cuesta imaginarlo pero existe y su nombre es monopsonio. Imaginémonos por un momento una empresa dedicada a la producción de camiones de basura cuyo único consumidor es el estado, conforme la necesidad de camiones del estado va aumentando, la empresa productora debe incrementar su producción creándose así una dependencia del productor hacia el comprador.


Aquí es donde entra en juego el poder de negociación, supongamos ahora que el estado encarga a esta empresa una cantidad de 100 camiones para el inicio del nuevo año, y ésta solo puede producir 80 por lo que aumenta su producción para alcanzar la cifra pedida y no dejar que otra empresa se haga con "parte del pastel". Si no aceptase no tendría comprador a quien colocarle su stock de camiones, y sí si aceptase tendría que invertir en una ampliación de su cadena de montaje. Si cada año la necesidad de camiones se va incrementado a causa de un incremento en la población (120 al año siguiente y 140 al otro), la capacidad productiva de ese proveedor tendrá que volver a aumentarse, lo que le llevará a una condición en la que, si el estado decide cambiar de proveedor, la empresa fabricante se encontraría con un stock imposible de vender y una cadena montaje infrautilizada que solo le estaría acarreando gastos.
Por tanto, el estado sería quien estuviese llevando los pantalones de esa relación, ya que si el productor no cumple con las exigencias que el comprador le pide, este podría cancelar la relación provocando importantes pérdidas en la empresa.

Este fallo de mercado al que solo puede acudir estado y grandes empresas suponen un importante riesgo para proveedores los cuales se ven en ocasiones en un callejón sin salida por las exigencias de sus compradores. En el caso de Apple, el exponencial crecimiento de las ventas de iPhone obligó a los proveedores de sus componentes a incrementar su capacidad productiva a unos niveles en los que si no aceptasen las condiciones de Apple y ésta los sustituyese, provocarían la quiebra de estos.

Vemos así que no siempre son productores o fabricantes quienes marcan las pautas de la relación compra-venta, sino que hay ocasiones en las que son los propios compradores quienes eligen (y a veces, determinan) la distribución, la cantidad e incluso el precio al que van a adquirir el bien en el mercado.

Desde un punto de vista "oscuro", el monopsonio puede verse también como una práctica a llevar a cabo para hacerse con la propiedad de una empresa proveedora a coste cero. Esto es, aumentar la capacidad del proveedor hasta picos muy altos, dejar de comprarle para que se encuentre en una situación de pérdidas y poder hacerte con la empresa a un precio muy inferior al inicial. En un sentido muy gráfico y figurado, y para que nosotros lo entendamos, los proveedores serían cerdos que habría que engordar para después matarlos.

viernes, 22 de febrero de 2013

Due Diligence

 

Hoy en clase de Distribución Comercial el profesor ha hecho referencia al proceso de compra de una empresa de distribución por parte de otra y al comentar la expresion "Due Diligence" como no la conociamos me ha encargado escribir un breve post al respecto.

Autor: Miguel Angel Hierrezuelo Peinado

Concepto empresarial: "Due Diligence"

         Significado del término
Se refiere al documento que transcribe las constataciones y conclusiones de un estudio de abogados, o de auditores, sobre el trámite de evaluación y diagnóstico efectuado en una empresa que está en venta, o que quiere ofrecer al público una nueva emisión de acciones.
El trámite debido consiste en la adecuada verificación de que la información provista por la empresa (a su potencial comprador, o a sus suscriptores) es verídica y suficiente para obtener una visión clara de su situación financiera y de sus perspectivas futuras.
Este extenso proceso puede incluir la revisión de los estados contables, el examen de los contratos existentes, de las actas del directorio, de las minutas de diversos comités, de los documentos organizativos, y entrevistas con los funcionarios de la empresa.



         En pocas palabras
Se trata de un concepto estrechamente ligado a la fusión y adquisición de empresas, referido básicamente a la auditoria (examen) que se realiza previa a la ejecución de una operación de este tipo a fin de verificar el estado de la compañía y validar así su precio final. Esto es, asegurarse de que no haya sorpresas negativas posteriores a la adquisición.

sábado, 16 de febrero de 2013


Con este blog pretendo ofrecer un espacio para el diálogo sobre aspectos relacionados con la asignatura DISTRIBUCIÓN COMERCIAL con mis alumnos del Grado en Marketing e Investigación de Mercados de la Universidad de Málaga y abierto a todos los que quieran participar. Todo podemos aprender unos de otros.